Cada vez que se acerca fin de año, abrís las redes sociales, y empezás a ver un montón de reflexiones que las personas hacen sobre el año que se va. Estoy segura de que, en ese momento, te pasa lo mismo que a mí: empezás a preguntarte… “¿Qué aprendí de este año? ¿En qué avancé? ¿Estoy dónde me imaginaba estar?”.
Así, sin darnos cuenta, empezamos a hacer un balance de fin de año en nuestra cabeza. Sin embargo, es importante bajarlo al papel (y esta parte no siempre la hacemos, a veces nos quedamos a mitad de camino).
¿Por qué es fundamental hacer un balance de fin de año por escrito y detallado? Porque te va a permitir…
- Ser consciente de tus avances, logros y puntos de mejora.
- Chequear qué pasó con esos objetivos que te propusiste hace un año.
Como emprendedora, sé que a veces cuesta hacer el ejercicio de ir hacia adentro. Pero entonces… ¿Cómo mejoramos si no analizamos aquello que salió bien y aquello que no tuvo tan buenos resultados?
“Sin balances, no hay aprendizaje. Sin aprendizaje, no hay crecimiento”.
Por eso me puse a pensar qué dinámica podía proponerte para que hagas este balance de fin de año tan necesario y al mismo tiempo lo disfrutes. Así se me ocurrió un ejercicio que para mí es superpoderoso. Luego de este ejercicio inspirador, vamos a hacer un análisis de las métricas de tu negocio para saber qué acciones repetir porque funcionaron y cuáles mejorar.
Pero primero vamos a crear el contexto ideal donde hacer tus reflexiones de fin de año: ordená tu espacio, prendé velas o sahumerios con música de fondo que te guste y te inspire. Apagá el celular y eliminá cualquier distracción.
Si en algún momento te bajoneás porque descubrís que aún no lograste todo lo que querías, recordá que tenés el poder para crear la vida y el negocio que querés. AÚN no lo lograste, pero eso no significa que no puedas alcanzar esas metas en el próximo año.
Ahora sí… ¡Empecemos!
Un ejercicio que va a hacerte reflexionar de pies a cabeza
Si estás acá es porque te planteaste (o te estás planteando) tener una vida mejor. Tal vez ya tenés un emprendimiento que querés potenciar. O deseás iniciar uno para darle un giro a tu vida profesional. Soñás con manejar tus horarios, tener más libertad.
Sin embargo, en este ejercicio vamos a mirar un poco más allá del negocio. Vamos a analizarte a vos completa: como emprendedora, pero también como mamá, amiga, hermana… Porque de nada sirve tener un emprendimiento exitoso si descuidamos la salud o nuestras relaciones.
¿Cuál es este ejercicio tan poderoso? La rueda de la vida. Un ejercicio muy usado en procesos de coaching porque te permite visualizar si estás llevando una vida equilibrada. En caso de que no, te da un panorama claro de las áreas a las que necesitás prestarle más atención para que no sea todo trabajo y obligaciones.
La primera reflexión de fin de año que quiero que te lleves es:
El ocio y el tiempo para vos misma, también son importantes en este camino hacia la vida que soñás. Es imposible construir un negocio rentable si estás cansada o agotada mentalmente.
¿Dónde estás parada hoy? Conozcamos tu punto de partida
La rueda de la vida te va a permitir saber dónde estás parada, para luego definir eso que deseás mejorar el próximo año.
Paso 1: Descargá la rueda de la vida e imprimila, o dibujala en una hoja copiando el gráfico que te dejo abajo. Además, agarrá de tu escritorio algunos marcadores o resaltadores. Como te prometí, vamos a hacerlo entretenido.
Paso 2: Ahora, elegí máximo 5 áreas de tu vida, las que son más importantes para vos. Por ejemplo: pareja, maternidad, amistad, emprendimiento, ocio o salud.
Paso 3: Una vez que lo hagas, asignale una puntuación del 1 al 10 que represente como te sentís en cada una. Si te sentís bien, segura o que este año avanzaste en esa área, vas a colocarle un puntaje alto. Si te hubiera gustado dedicarle más tiempo o energía, podés colocarle un puntaje más bajo.
¡Vamos a ponerle color! Pintá desde el centro hacia afuera, hasta la línea que corresponda, cada área según el número que le asignaste. Si, por ejemplo, le asignaste un 5, esa porción va a quedar coloreada hasta la mitad.
Debería quedarte un gráfico similar a este:
¿Listo? ¿Ya lo hiciste?
Paso 4: Analizá por qué puntuaste así cada una de las áreas o roles. Si no sabés por dónde empezar, respondé estas preguntas:
- ¿Por qué elegiste (por ejemplo) un 5 en amistad y no un 6?
- ¿Cuál es el área a la que le estás prestando más atención? ¿Por qué?
- ¿Qué área está un poco descuidada y te gustaría mejorar?
Escribí esas conclusiones. Aprovechá para reflexionar acerca de aquellos hitos o pasos importantes que diste este año.
Por ejemplo: En mi caso, empecé a dar charlas alrededor del país. Algo que quería hacía tiempo y no se daba. También lancé el rebranding de Mamá Emprende.
En tu caso puede ser que renunciaste a tu trabajo, que hiciste un nuevo packaging o que iniciaste tu emprendimiento (aunque todavía no hayas podido renunciar, haber empezado es un paso importantísimo. ¡Festejalo!).
Cuando hablamos de hacer un balance de fin de año, pensamos en analizar números. Sin embargo, rara vez nos acordamos de estas acciones que generan un impacto en los resultados, pero como no son una métrica en sí misma, lo pasamos por alto.
Bueno, ahora que ya empezaste a ver aquello en lo que fuiste a avanzando (y me imagino que te dio un shot de motivación), vamos a analizar los números de tu negocio para sacar conclusiones que te permitirán arrancar el 2023 con todo.
Analicemos las métricas de tu negocio para hacer grandes hallazgos
Sé cuánto cuesta ver los números en el Excel. Te entiendo porque también me pasaba al principio. Nos muestran cuánto crecimos en los últimos meses, pero también en qué fallamos. Mirar el Excel nos genera emociones fuertes. Por eso lo esquivamos con excusas como que “los números no son lo nuestro”.
Por eso te digo…
Necesitás cambiar urgente el enfoque: hasta los números en rojo tienen algo para enseñarte. Depende de vos si vas a mirarlos para castigarte o para aprender.
¿El Excel te parece chino básico? Paso a paso para armarlo y analizarlo
Nadie nació sabiendo cómo armar un balance de fin de año. Por eso vamos a ver cómo recolectar tus métricas en un Excel de manera ordenada para luego analizarlo.
Paso 1: Definí las métricas que vas a analizar
Si bien hay algunas métricas que son comunes a todos los negocios, como cantidad de ventas mensuales, interacción en la red social en la que estés presente, costos, hay otras que son personales. Dependen de cada negocio.
Por eso te dejo 3 preguntas que te van a ayudar a identificar qué métricas incluir para hacer un análisis completo de tu emprendimiento:
- “¿Cuál fue el objetivo que me propuse lograr?”. Por ejemplo: aumentar la interacción y posicionamiento en redes.
- “¿Cuáles fueron las acciones que me propuse hacer para cumplirlo?”. Por ejemplo: generar alianza con un influencer para mejorar mi posicionamiento.
- “¿Qué métrica elegí para analizar si cumplí con mi objetivo?”. Por ejemplo: Aumento de seguidores, tasa de clicks, alcance, visitas al perfil, etc.
La respuesta a esta última pregunta te va a indicar las métricas que son valiosas para tu negocio. Respondé estas preguntas por cada objetivo que te hayas planteado al empezar el año.
Te tendría que ir quedando así:
Paso 2: Recolectá los datos clave para sacar conclusiones que te ayuden a crecer
Algunos de esos datos los vas a encontrar en tu agenda (si los fuiste registrando cada mes). Otros, vas a tener que recurrir a Instagram, tu tienda online y otras plataformas para recolectarlos.
A medida que los vas consiguiendo, andá bajándolos al Excel. Cuando quieras acordar, ¡vas a tener tu planilla completa!
Te va a quedar así…
Paso 3: Ponele un poco de color para hacerlo más visual
Aunque no es obligatorio, te recomiendo colorear con verde aquellos meses en los que lograste el resultado, con amarillo los que se mantuvieron o estuviste cerca de alcanzarlo y con rojo aquellos meses “más flojos”. Así, de un vistazo, vas a poder ver cómo fue tu año.
Paso 4: Hacé un análisis más profundo
La primera aclaración que quiero hacerte es que seas amable con vos misma. Recordá que de nada sirve castigarte al mirar tus números.
Para hacer un análisis aún más profundo, mientras mirás el Excel, hacete las siguientes preguntas:
- ¿Logré alcanzar las metas que me propuse? Si no las alcanzaste, ¿qué paso?
- ¿Qué podría haber hecho mejor?
- ¿Qué hizo que en un mes las ventas hayan crecido, en otro se mantuvieran y al siguiente decreciera? ¿Qué acciones hice en esos meses en mi negocio?
- ¿Cuáles son las temporadas altas y las temporadas bajas en mi rubro? ¿Cómo puedo prepararme para afrontar las temporadas bajas?
- Este mes que hice esta acción con X influencer, ¿me ayudó a vender más?
Estas solo son algunas preguntas que se me ocurrieron para darte ese primer impulso inicial. Hacerte preguntas de este tipo te ayuda a descubrir qué acciones mantener el próximo año porque funcionan, y cuáles mejorar o directamente eliminar porque no funcionan (y hacer espacio a acciones nuevas que puedan traer buenos resultados).
Facturar más no significa ganar más
Ahora que ya tenés tu Excel armado, me gustaría que tengas en cuenta una última cosa que es mega importante al momento de hacer tu balance de fin de año (y muchas veces se nos escapa): Facturar más no significa ganar más. Tampoco significa que haya sido un buen año. Podés facturar millones y que tu empresa esté en la quiebra.
Es fundamental que, al mirar tu planilla, busques las métricas que te ayuden a responder a la pregunta: “¿Es rentable mi negocio?”. Es más importante cuánta ganancia te dejó tu emprendimiento (ingresos – costos), que cuánto dinero ingresó o se facturó.
Tatuate esta frase en la mente: facturar más no significa ganar más.
Ya sabés cómo hacer un balance de fin de año, así que no tenés excusas. Tomate un momento para anotar tus reflexiones de fin de año. Dale que con este nuevo año empieza una nueva oportunidad de lograr los objetivos que tanto deseás.
Ahora que tenés tu listado de los aprendizajes que te deja el año que se va, tenés información suficiente para planificar el próximo año y… ¡Romperla! ¿Estás perdida en cómo hacerlo? Mery Figueroa te acompaña a planificar el año de tu negocio con un paso a paso superclaro.
Así como al principio te dije que “Sin balance, no hay aprendizaje. Sin aprendizaje, no hay crecimiento”. Ahora te digo, “Sin planificación, no hay resultados”. Así que… ¡A reflexionar y planificar!