El próximo año… ¿Te gustaría transformar tu vida y/o tu negocio? Toda transformación empieza con un balance.
No creas que hacer un balance significa ver solo lo negativo. Es muy común llegar a fin de año y que se nos venga a la mente todo lo que no logramos, los objetivos que no alcanzamos… Eso siempre está presente.
Pero, ¿y lo positivo? ¿Y lo que sí conseguimos? Te puedo asegurar que lograste mucho más de lo que recordás. A mí también me pasa que olvido muchos de mis logros, pero me obligo a recordarlos y sentirme orgullosa por esas metas que alcancé. Porque hacerlo consciente me llena de motivación para arrancar el próximo año con todo.
“Donde va el foco de nuestra atención, fluye nuestra energía”. Tony Robbins.
La mente tiene una tendencia natural a centrarse en lo negativo. Es nuestro instinto de supervivencia tratando de protegernos. Sin embargo, si queremos crecer, una de nuestras tareas como emprendedoras es dejar de darnos con el látigo. Aprender de aquello que no salió como esperábamos y premiarnos por lo que sí cumplimos con trabajo y foco.
Estoy segura de que los últimos 365 días fueron transformadores en algún aspecto de tu negocio y de tu vida. Nadie termina el año sin haber crecido en algo (aunque a veces nos invada esa sensación).
Por eso vamos a hacer un viaje en el tiempo recordando lo que sucedió en los últimos 365 días. De esta manera…
- Nos llenaremos de motivación reconociendo todo lo que SÍ logramos.
- Soltaremos aquellos objetivos que nos propusimos a principio de año, pero ya no son importantes (así usamos esa energía en metas que resuenen con nosotras ahora).
- Retomaremos aquellos proyectos que nos ilusionan, pero este año por algún motivo no logramos alcanzar.
¿Nos subimos a nuestra máquina del tiempo e iniciamos este viaje? Sí, así como en la peli “Volver al futuro”. Imaginate por un momento que estás sentada en esa máquina, lista para emprender un emocionante viaje hacia los distintos meses del año que pasó.
Este ejercicio te va a ayudar a reflexionar y comprender de manera más profunda tus logros y desafíos a lo largo del tiempo.
¿Empezamos?
Paso 1: Creá el ambiente ideal
Agarrá un cuaderno o, si sos más digital como yo, tu tablet. Lo que te resulte más cómodo. Prendé un sahumerio o una vela con una fragancia que te ayude a relajar. También preparate tu bebida favorita.
Crear este ambiente te permitirá desconectar al 100% de todo lo que está sucediendo en tu entorno y en tu negocio, para conectar con vos misma.
Paso 2: Dibujá una línea de tiempo
En tu cuaderno o tablet, trazá una línea horizontal que represente todo el año que pasó. Dividí la línea en 12 partes iguales, y anotá los meses (desde enero hasta diciembre).
Paso 3: Identificá tus logros y desafíos
- Ahora, revisá cada mes de manera individual y empezá a identificar los logros más significativos que experimentaste en ese período (hacé memoria porque te aseguro que todos los meses algún logro hay). Pueden ser hitos relacionados con tu salud, actividad física, creatividad, vínculos, logros en tu emprendimiento o cualquier otro aspecto relevante de tu vida.
¡Ojo! A veces no tenemos grandes logros en el negocio, pero porque tenemos grandes logros, por ejemplo, como madres o a nivel personal. Reconocete todo.
- En la misma línea de tiempo, identificá los desafíos, obstáculos o momentos difíciles que enfrentaste cada mes.
Aclaración: sentite libre de expresarlo como te resulte más cómodo y más claro. Si no te entra todo en una línea, o te gustaría diferenciar los logros de los desafíos, armá una segunda línea de tiempo paralela a la primera para anotar los desafíos.
Paso 4: Anotá los detalles y las emociones que sentiste
Para cada logro y desafío identificado, agregá detalles específicos (como qué hiciste para lograrlo o cómo enfrentaste el desafío).
También, sumá una breve descripción de las emociones que experimentaste en ese momento, ya sea satisfacción, felicidad, frustración, estrés, etc.
Paso 5: Aprendé de lo vivido
Después de completar tu línea de tiempo, tómate un tiempo para reflexionar sobre eso que anotaste.
Algunas preguntas que podés responder para hacer este análisis son:
- ¿Qué patrones o tendencias ves en esos hechos?
- ¿Qué aprendizajes podés extraer?
- ¿Qué objetivos lograste y te sentís orgullosa?
- ¿Qué objetivos no lograste, pero perdieron importancia a lo largo del año?
- ¿Qué objetivos no lograste y aún te gustaría lograr?
- ¿Qué te impidió lograr esos objetivos? ¿Eran demasiado grandes y deberías desgranarlos en acciones más pequeñas para que este año sí se cumplan? ¿Tus prioridades fueron cambiando en el camino?
Paso 6: Visualizá tus objetivos para el siguiente año
En este último paso, la máquina del tiempo nos llevará al futuro: ¡al próximo año! Imaginá que estás ahí sentada y podés ver con lujo de detalles qué sucede en cada mes: ¿qué te gustaría haber logrado?
Visualizá esas metas que te encantaría alcanzar. Usá los aprendizajes para ser ambiciosa, pero también realista.
Incluí aquellos objetivos que por alguna razón el año pasado no lograste y aún te gustaría hacer realidad. También sumá nuevas metas que quieras alcanzar.
Lo poderoso de este ejercicio no es solo que anotes esas metas, sino que te visualices lográndolas: ¿cómo te vas a sentir cuando las alcances? ¿Cómo se verá tu nueva realidad con esa meta cumplida? Y lo más importante…
¿Qué nueva versión de vos requiere esa realidad que soñás? ¿En quién tenés que convertirte para lograr esos objetivos?
“Toda gran meta requiere de una gran transformación personal y de mentalidad”.
Este ejercicio nos da una visión panorámica de lo que hicimos en el año que termina, qué aprendizajes podemos capitalizar y nos guía para conquistar el próximo año con más fuerza y determinación que nunca.
Sé que a veces parece una tontería, pero creeme que el empezar a intencionar -seguido de un plan de acción- es lo que me permitió lograr metas cada vez más ambiciosas (entre ellas, mi agenda emprendedora y el EmprendeFest).
¿Estás lista para la magia? Si intencionás tus sueños desde tu ser más profundo y los dividís en pequeños pasos, estás más cerca de tener un año espectacular.